Mucho antes de la afirmación de los feminismos “post-humanistas”, Beauvoir advertía sobre la estrecha vinculación entre la humanidad y lo masculino: “la humanidad es masculina y el hombre define a la mujer”. Advertencia crítica que no hace sino ahondar en una ya antigua querella: el feminismo no es una “comunidad de mujeres”. O, dicho en otras palabras, el feminismo no es un humanismo. Lejos de las corrientes utilitarias, que señalan que el feminismo siempre ha sido una forma política para la consecución de ciertos fines prácticos que calzan plenamente con la idea de “individuo” de la tradición liberal, el feminismo busca la transformación de la política moderna y no su adecuación
Prohibida la reproducción total o parcial del material de esta publicación, no se permite su traducción, ni la incorporación a un sistema informático, ni la locación,
ni la transmisión por cualquier medio o forma (conocido o por conocerse), salvo las limitaciones y excepciones contenidas en las disposiciones de los
instrumentos internacionales, convenios y tratados celebrados y ratificados por el Ecuador, y en la ley que rige la materia.