Jorge Luis Serrano aventura en estos apuntes sesudas reflexiones sobre la vida frugal y frágil del cine ecuatoriano, al tiempo que practica algunas ingeniosas ironías. La ironía inicial remite al título del libro, El nacimiento de una noción, aguda paráfrasis que alude al difícil alumbramiento de la imagen cinética entre nosotros. Introduciendo un mínimo cambio en El nacimiento de una nación -el título fundacional de David W. Griffith-, el autor anuncia desde la portada el espíritu crítico de su visión -una crítica nunca exenta de reconocimientos y celebraciones-, como el humor y la frescura que recorren sus páginas. Cada una de las películas comentadas en este libro(de los hieleros del Chimborazo hasta Ratas, ratones y rateros), han creado, según el autor, la ilusión de fundar el cine nacional, y en cada una de ellas está planteada, inevitablemente, una noción de cine y de país.
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